EDITORIAL REALIDAD DE LAS FAMILIAS EN EL PERÚ NATIVIDAD DE LA VIRGEN MARÍA Estimados oyentes en estas semanas celebramos dos fie...

REALIDAD DE LAS FAMILIAS EN EL PERÚ

/
0 Comments
EDITORIAL

REALIDAD DE LAS FAMILIAS EN EL PERÚ
NATIVIDAD DE LA VIRGEN MARÍA

Estimados oyentes en estas semanas celebramos dos fiestas que promueven la maternidad y la familia, La fiesta de la Natividad de la Virgen María y el Día de la Familia Peruana que se celebra por ley cada segundo domingo de setiembre.


En 1982 el entonces presidente de la República, Fernando Belaúnde Terry, promulgó la Ley que instituye el Día de la Familia indicando su finalidad, exaltar el significado de la familia y estimular su existencia, como valorar los roles de sus miembros.

Qué duda cabe de la importancia de celebrar y reflexionar sobre la familia. Nuestra misma Iglesia reunirá una gran asamblea de obispos del 4 al 25 de octubre de este año, para reflexionar sobre la vocación y la misión de la familia en la Iglesia y el mundo contemporáneo.

La necesidad y urgencia de pensar y repensar la temática familiar y matrimonial, ya en lo civil, ya en lo eclesial descansa en el rol fundamental que se le atribuye como la necesidad de responder a las nuevas parejas y configuraciones familiares que pugnan por protección y reconocimiento civil, canónico y pastoral.

Lo que se considera esencial a la familia ha sido reconocido en el preámbulo de la Constitución Peruana de 1979 y la de 1993: “La familia es la célula básica de la sociedad y el ámbito natural de la educación y es la institución natural y fundamental de la sociedad”, por lo que al Estado le compete proteger a la familia y promover el matrimonio.

Y en lo que respecta a los nuevos desafíos familiares, nuestros legisladores han sido capaces de actualizar las leyes reconociendo a los convivientes. Así en la constitución del 79’ la familia se fundaba solo en el matrimonio civil y permanente de una pareja heterosexual y monógama, y en los vínculos de sangre con sus hijos. Pero en la del 93’ la familia se origina también en la convivencia de hecho. Todo gran avance.

Pero ahora, en estos últimos tiempos, asistimos a una nueva realidad familiar y de pareja que pugna por el reconocimiento civil, las uniones y familias homosexuales. Sus aspiraciones legales -hasta el momento- han sido rechazadas en el Perú, pero nivel internacional ocurre lo contrario. Ya en 1993 Las Naciones Unidas a la par, establecía el 15 de mayo como el Día Internacional de las Familias, volvía a reconocer la existencia de diversos conceptos de familia acordes a los diferentes sistemas sociales culturales y políticos. A diferencia de esto, en el ámbito de la Iglesia Católica en este octubre próximo, no se espera mayores cambios. La próxima Asamblea mantendría y promovería el único modelo de familia y matrimonio reconocidos: heterosexual, monógamo, permanente y procreador de vida.

Pero donde sí se espera grandes cambios, es en el trato pastoral a los divorciados y vueltos a casar, a los convivientes, las parejas y familias gays, excluidos tradicionalmente de la Eucaristía y de otros Sacramentos.

En esta línea se entiende la visión de la Iglesia como hospital de campaña, que tiene el Papa Francisco  o la frase de él: “Si una persona homosexual tiene buena voluntad y busca a Dios, yo no soy quién para juzgarla”.

Él mismo ha bautizado a una niña de una pareja casada solo por lo civil y no ha censurado el de una niña bautizada -hija de lesbianas-,  realizado por el Arzobispo de Córdoba - Argentina, el año pasado.

Muchas de estas actitudes causan desconcierto y temor entre católicos y no pocos cristianos, pero a otros, causa esperanza y alegría, sobre todo a los alejados de la Iglesia.

¿Será que ahora estamos ante una Iglesia más madre que maestra, una Iglesia con frescor evangélico que practica la misericordia, comprende y acompaña, antes que condena y excluye ateniéndose exclusivamente a normas y procedimientos canónicos?

Que la Virgen María cuyo natalicio celebramos este 8 de setiembre, nos enseñe a acoger en nuestras vidas y comunidades, en nuestras familias y en nuestra sociedad a la fuente de todas las gracias, Cristo que nos libera y conduce a la vida y verdad plenas.


Fr. Juan Anguerry Preciado, O.P.


Chimbote, 08 de setiembre de 2015


You may also like

No hay comentarios.:

Con tecnología de Blogger.