EDITORIAL: Santo Domingo de Guzmán

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06 de agosto de 1221, Domingo acaba de entregar toda su vida a Dios y dejar una comunidad, una orden, una fundación en sus inicios. Pero con la confianza de que sus hermanos puedan continuar esta gran obra, esta gran misión que él había empezado.

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Fr. Richard Manrique, O.P.,
Socio del Provincial de la Provincia de San Juan Bautista del Perú

800 años más tarde, seguimos anunciando y haciendo realidad este sueño, este anhelo y esta misión que recibió Domingo de parte de Dios.

Seguir con esta misión, con esta empresa, es una tarea y una responsabilidad que Dios sigue poniendo en nuestras manos.

El Papa Francisco en su encuentro con nuestros hermanos capitulares en Bolonia, nos invita a no perder de vista tres pilares importantes para seguir viviendo y asumiendo esta misión de nuestra orden y son: La Predicación, el Testimonio y la Caridad.

Creo que son tres actitudes y vivencias que son muy propias de nuestra vida, carisma y espiritualidad.

Hagamos que esta predicación en nuestra vida, siga siendo es: Una Predicación. Que nuestra vida de compromiso siga siendo un verdadero testimonio de acción y de fraternidad como la Caridad de la cual, obviamente, muchos hermanos nuestros lo han manifestado de una forma muy enfática como Martín de la Caridad, como Juan Macías y Rosa de Lima, a quienes tanto recordamos.

Vivamos cada día nuestro compromiso con el Señor pero sin perder de vista que todo esto solamente tiene sentido y tendrá esta fuerza para seguir llevando adelante esta tarea que Dios nos ha encomendado, solo si hacemos cada día realidad este contemplar, para poder justamente transmitir lo contemplado.

Este dejarnos, como dice el Papa Francisco: “dejarnos evangelizar por Dios”, para poder evangelizar. La oración es importante en nuestra vida, en nuestra vida de familiar, en nuestra vida personal, en nuestra vida en comunidad. Sin ella las fuerzas tal vez no sean las suficientes y necesarias.

Que el Señor de la bondad y la misericordia bendiga a todos nuestros hermanos y hermanos de esta gran familia dominicana y que cada día sigamos creciendo más y más en hacer presente la labor del anuncio de la Buena Nueva a todos.

¡Feliz día de nuestro Padre, Santo Domingo!

P. Richard Manrique, O.P.

Prior del Convento del Santísimo Rosario de Lima

Lunes 08 de agosto de 2016