EDITORIAL Cuaresma y Misericordia

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“Dios no se cansa nunca de perdonar, nosotros somos los que nos cansamos de acudir a su Misericordia”, eso es lo que nos acaba de decir el Papa Francisco en nuestra situación como seguidores de Cristo.

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Al comenzar la Cuaresma, el día Miércoles de Ceniza, nosotros emprendemos el camino de redescubrir, de encontrar verdaderamente el camino que nos lleva a Jesucristo y para encontrar ese camino vamos a volver a pensar como el Papa Francisco de buscar plenamente y con todas nuestras fuerzas, con todo nuestro corazón y con toda el alma, la Misericordia del Señor.

Para lograr este propósito hace falta solo una cosa, el amor. En tanto nosotros hagamos las cosas con amor para buscar a Jesucristo, ahí está Jesucristo. Por eso el día Miércoles de Ceniza es un día muy especial en el cual nosotros vamos a tratar en lo posible de revisar nuestras vidas para buscar qué es lo que hemos hecho y qué es lo que no hemos hecho para encontrar el cariño, la misericordia y sobre todo, la ternura de Jesucristo.

Solamente es importante para nosotros que hemos sido sellados con la fuerza del bautismo, que ese sacramento no sea un acto simbólico sino que sea una hermosa y grande realidad que nos identifique, que nos ponga como DNI delante de Jesucristo para que nadie dude de nuestra actitud cristiana.

Y dudan de nuestra identidad cristiana cuando no nos queremos, cuando no nos amamos, cuando no nos respetamos, cuando vivimos realmente una vida salvaje como estamos viviendo actualmente en nuestro territorio peruano.

Porque precisamente nos hemos olvidado, como dice el Papa, de buscar la Misericordia del Señor. Es decir, tenemos que ser leales con Jesucristo. La lealtad, consiste precisamente en asimilarnos a lo que él nos ha propuesto de amarnos los unos a los otros como él nos ha amado y nos ha amado hasta entregarse a la Cruz por nosotros. Así sea.

P. David Cano, O.P.

Lunes 08 de febrero de 2016