MIRADAS QUE INCOMUNICAN

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EDITORIAL

MIRADAS QUE INCOMUNICAN

No hace mucho me topé con un cartel publicitario de anteojos que llevaba la siguiente frase: “conquista el mundo con el poder de tu mirada”.

Dicho eslogan me hizo pensar en lo que un filósofo existencialista del siglo pasado, Jean Paul Sartre, pensaba acerca de la mirada. Para él, la mirada es un poder; una forma de atrapar y cosificar al otro, de convertir al sujeto en objeto. Y creo que en esto el filósofo tiene algo de razón.

Así como la mirada puede ser un acto de reconocimiento del otro y el principio de una comunicación sana y transparente, también puede volverse obscena y atrapadora.

Nuestro país, según el artículo 151 del Código Penal, tipifica como coacción a la libertad de tránsito la mirada perseguidora o limitante. En el caso de las mujeres, ellas son más propensas a esta invasión a su cuerpo y a su privacidad, probablemente alimentada por nuestra cultura machista que justifica, casi como un derecho, la mirada lujuriosa de los varones.

En el propósito de cuidar nuestra calidad en la comunicación con las personas y nuestro entorno, necesitamos estar atentos sobre nuestra mirada que, en palabras de William Shakespeare, es el lenguaje del corazón; para que llegue a ser libre, amplia y serena; comunicacional y de encuentro.

P. Rodolfo Luna Umeres, O.P.

Lunes 31 de agosto de 2015