Compartimos con ustedes el comentario del Evangelio propuesto por la Liturgia de la Iglesia para este miércoles 07 de octubre. Sal Lc ...

Nuestra Señora del Rosario

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Compartimos con ustedes el comentario del Evangelio propuesto por la Liturgia de la Iglesia para este miércoles 07 de octubre.

Sal Lc 1,46-55. Lc 1, 26-38: No temas María. Concebirás y darás a luz un hijo.


NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO
Lect. Propias: Zac 2,14


-17: Grita y alégrate hija de Sión, mira que yo vengo a morar dentro de ti.
Sal Lc 1,46-55. Lc 1, 26-38: No temas María. Concebirás y darás a luz un hijo.

Comentario:

Jon 4,1-11: Tú estás triste por una hierba, ¿y yo no voy a tener lástima de Nínive? Salmo 85: Tú, Señor, eres bueno y clemente. Lc 11,1-4: Señor, enséñanos a orar.

Nuestra Orden Dominicana, celebra a nuestra Señora del Rosario. Porque a través de la oración del rosario, contemplamos los misterios de la encarnación, vida, luz, pasión y resurrección de nuestro Salvador Jesucristo, con María su madre y madre nuestra.

Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo (Lc 1,28). Estas palabras del mensajero Gabriel la desconciertan. ¿Por qué Dios ha enviado al mensajero a la periferia, a Nazaret, una aldea insignificante y no lo ha enviado al centro religioso Jerusalén?

“No temas María, que gozas del favor de Dios” (v. 30). Es la fortaleza que le da Gabriel. Porque tiene que anunciarle algo muy importante no sólo para ella, sino para la humanidad “Mira, concebirás y darás a luz un hijo, a quien llamarás Jesús” (v.31) Y continúa Dios con ese diálogo cercano y tierno: “Será grande, llevará el título de Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David su padre, para que reine la Casa de Jacob por siempre y su reino no tenga fin” (V. 33). Con estas palabras ha resumido el cumplimiento pleno de la promesa. Su reino durará para siempre, porque no será como los reinos de este mundo, sino que Dios reinará sobre todo y sobre todas las cosas.

Con esta profunda interpelación en María a la humanidad. Ella también interpela ¿Cómo sucederá eso si no convivo con un varón? Con razón María se pregunta, porque representa a esa humanidad marginada. Es el encuentro entre la Palabra y María, prometida de José. Y cuando se le dice que Espíritu Santo la cubrirá con su sombra (v. 35). Ella responde libre y voluntariamente: “Yo soy la esclava del Señor: que se cumpla en mí tu palabra” (v. 38)

La fe, la confianza en Dios, su disponibilidad y cercanía la hace cooperadora de la nueva creación. “La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. Y nosotros hemos visto su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad” (Jn 1,14)

Desde el inicio del anuncio y la encarnación, nacimiento, persecución, huida a Egipto, adolescencia, crecimiento, pérdida en el templo, bautismo, predicación, transfiguración, cena, pasión, muerte y resurrección, nacimiento de la Iglesia está presente María, dándonos aliento, fe, fortaleza y esperanza que su Hijo y su Espíritu está en medio de nosotros.

Estos misterios de la vida de Cristo, justamente nos hacen invocar a María como nuestra Señora del Rosario. Porque el rosario o corona de rosas para María es el “compendio del evangelio” (Papa Pio XII). O como diría el Papa Pablo VI el rosario es: “Oración evangélica, centrada en el misterio de la encarnación redentora, el rosario es, pues, oración de orientación profundamente cristológica” (Exh. Marialis Cultus)

El Concilio Vaticano II urge a la Iglesia a contemplar a María en el misterio de la encarnación: “Cultivando el estudio de la sagrada Escritura, de los Santos Padre y de las liturgias de la Iglesia, expliquen rectamente los oficios y los privilegios de la Santísima Virgen, que siempre tienen por fin a Cristo, origen de toda verdad, santidad y piedad” (L.G.65-69)

Desde el inicio de la Orden Santo Domingo, difundió y meditó en estos misterios de la encarnación, vida, luz, muerte y resurrección de Cristo en la contemplación del Santo Rosario. Entre los frailes destacaron en su difusión Fr. Alano de la Roche (1428-1478), quien definió la estructura del rosario y conformó las cofradías del Rosario. El Papa S. Pío V, el 17.12.1569, determina la forma definitiva del rosario. El 7.10.1572, ante la victoria de Lepanto sobre los turcos se establece la fiesta de la Virgen del Rosario.

Hoy más que nunca tenemos que contemplar como María, la Palabra viva que es su Hijo. Porque ella creyó que Dios hace maravillas y que se fija en los humildes. Ella asume libremente la maternidad de Aquél que es vida y luz, que compartió la alegría y el dolor humano, que con su muerte nos trajo una nueva vida para que creemos una cultura de paz, que se basa en la dignidad de cada ser humano.

Hoy los creyentes tenemos que tener una actitud de apertura a Dios, para que con la sencillez y humildad de María, reconozcamos que la fuerza de Dios, puede derribar a los poderosos mercaderes de la muerte, como es la carrera armamentista y hacer triunfar la paz que nace del respeto por la dignidad de los pueblos. El odio ni la guerra son caminos de desarrollo para la humanidad. Al contrario son signos de destrucción y de muerte.

El amor y la fidelidad a Dios, como nos enseña María traen la felicidad y el entendimiento entre los pueblos y naciones, porque donde hay amor triunfa el diálogo, la tolerancia y la apertura a buscar el bienestar y la felicidad de todos.

Comentario por Fray Héctor Herrera O.P.


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